Jardín Botánico de Singapur, un baño de texturas tropicales
De camino a Tailandia, escala obligatoria en Singapur por tres razones principalmente: gastronomía, flores y plantas. Las recomendaciones que me hicieron varios amigos antes de ir fueron: prueba el black pepper crab, visita el Jardín Botánico de Singapur y no te pierdas el Bosque de Shiseido con la gran cascada del Jewel Changi Airport.
Singapur es un pequeño estado al sur de la Península malaya. Es un país principalmente financiero donde el deporte nacional es salir de compras. Pero al margen de eso, visitar Singapur es toda una experiencia gastronómica y vegetal. Se come delicioso -os lo dice una foodie consumada- y se considera una “ciudad jardín” con una clara apuesta por la ecología y la preservación de la biodiversidad. La ciudad alterna rascacielos con numerosos espacios verdes, entre ellos el tercer jardín, y el primero tropical, que forma parte de la lista del patrimonio mundial de la UNESCO.
Estuve en Singapur en Enero 2020, cuando la Covid 19 de momento sólo estaba en China. No obstante en Singapur ya se tomaban medidas de distancia social y se hacía uso de mascarillas. Yo traté de comprar algunas en España antes de tomar mi vuelo, pero fue imposible. Pregunté en 4 farmacias de Barcelona y ya no tenían. Afortunadamente en Singapur fue fácil hacerse con ellas.
Visité el Jardín Botánico de Singapur en dos ocasiones durante tres días y aún así no lo pude ver todo. La primera vez fue para ayudar a mi amiga Eva de Flower and Tree en una boda dentro de uno de los restaurantes del jardín. La segunda vez fue para darme un baño de hojas tropicales. Los amantes de las plantas, no sabéis lo que son caminos y paseos a rebosar de hojas de miles de formas y verdes diferentes. El Jardín Botánico de Singapur está lleno de rarezas de todo tipo. Hojas gigantes, árboles milenarios, flores bizarras, paseos románticos, fuentes, estatuas, lagos, puentes, especies fragantes, animales espontáneos, pájaros y por supuesto, orquídeas.
De todos los espacios y zonas de interés que brindan las más de 80 hectáreas de jardín y jungla del Jardín Botánico de Singapur, yo solo tuve tiempo de adentrarme en el Ginger Garden y el National Orchid Garden. En el Ginger Garden pude disfrutar de un delicioso paseo con más de 250 tipos de jengibres de diversas formas, hojas variadas y lindas flores, además de pequeñas cataratas y estanques con nenúfares y water lilies. Pero sin duda la joya del botánico es el Jardín Nacional de Orquídeas. Si bien la entrada al botánico es gratuita, acceder al jardín de orquídeas cuesta dinerito. Un paraíso que presume de una colección de orquídeas de 1200 especies y 2000 híbridos. No me extraña que la flor nacional del país sea una orquídea, concretamente la Vanda Señorita Joaquim.
La belleza de cada metro cuadrado era evidente, pero lo que además me transmitió aquella visita fue paz, calma, conexión con tu interior, frescura, pureza, sosiego. Lo mantengo en el recuerdo como un lindo paseo regenerativo y purificador, lleno de energía positiva y buena vibra.
Tengo que volver para visitar el resto de zonas verdes del país entre ellas el Garden by the Bay y su jardín dedicado al arte floral (Floral Fantasy), así como los invernaderos del Cloud Forest y la Pasarela colgante OCBC Skyway. Singapur es un destino obligado para los que amamos los jardines.
Sorry, the comment form is closed at this time.
Pingback: Festival de Flores de Chiang Mai, Tailandia - abril_floresmil